“DIME”

Dime

Dime que volverás, dime que me necesitas y que tus días no son los mismos sin mí, dime que soy la calma para tu tormenta.

Dime que al pasar por los lugares que nos gustaba ir piensas en mí, sólo dime por favor que mueres por tocar mis labios.

Dime, sí… tú, dime que perdonarás todos los errores que cometí sin motivo alguno, dime que sonreirás nuevamente al verme.

Dime que esto no es un sueño como en todas las noches me suele ocurrir, por favor dime algo, porque aún se encuentra la silueta de tu cuerpo en mi cama.

Dime todo lo anterior, porque detesto como mi puta imaginación crea momentos que nunca pasarán.

Excelente día,
Iván Hernández.

“LAS CUATRO LEYES DE LA ESPIRITUALIDAD”

4 Leyes

Primera ley:

“La persona que llega es la persona correcta”, es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

Segunda ley:

“Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido”, nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera, ni siquiera el detalle más insignificante, no existe el: “si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra…”. No, lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante, todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

Tercera ley:

“Cualquier momento que comience es el momento correcto”, todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después, cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuándo comenzará.

Cuarta ley:

“Cuando algo termina, termina”, simplemente así, si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Creo que no es casualidad que estén leyendo esto, si este texto llegó a nuestras vidas hoy; es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado.

Excelente día,
Iván Hernández.

“OGRO”

Ogro

Yo fui uno de los seleccionados.

Ella me eligió y me dio el mapa de cómo llegar a su castillo, era tan grande que no podría describirlo, quedaba en las afueras de la ciudad, arriba de una montaña, rodeado de un bosque y un muro enorme que lo protege.

Mire el mapa y me di cuenta que sería casi imposible que alguien como yo pueda llegar, soy torpe, impulsivo, no acato reglas, no sé leer mapas, no entiendo de indirectas, me dan miedo los animales, no soporto caminar y soy muy ordinario.

Aun así, ella vale cada esfuerzo, así que agarre una mochila, puse lo necesario y empecé el camino.

Subí a un taxi, me llevó fuera de la ciudad y me preguntó si estaba seguro que quería quedarme ahí, que el lugar es peligroso y que mucha gente se pierde y ya no vuelve, saqué el mapa, se lo mostré y le dije “Pierda cuidado la princesa del reino me hizo el mapa para no perderme” él se río y me contesto “Traje a muchas personas con un mapa similar y todas terminaron volviendo a la ciudad, ya sea por cansancio, por perderse, por aburrirse de intentar, ninguna persona logro llegar si quiera al muro del castillo, suerte amigo”.

Los desafíos siempre me atrajeron, ya sea por ser el único que logró algo o porque me gusta hacer lo que otros no se animan, por una u otra razón, lo que me dijo el hombre me dio más ganas de llegar al castillo.

Me pare al principio del camino a la montaña, miré hacia arriba y era lejos, casi no se llegaba a ver la punta de la torre más alta del castillo, juro que lo primero que pensé es que sería muy duro, pero que todo lo que conlleva esfuerzo vale la pena.

Camine el camino de tierra, hasta donde empezaba la montaña, ya estaba agitado pero iba a seguir, la princesa había dibujado un espiral alrededor de la montaña, pero darle vueltas a la montaña me parecía estúpido, así que pensé que lo estaba entendiendo mal y que el espiral significaba otra cosa, a decir verdad mucho no entendía de su mapa, así que camine recto hacia arriba. Hacía un paso y me caía tres para atrás, me levantaba y volvía a intentarlo, hasta que entendí que el espiral alrededor de la montaña, significaba que debía subir dando vueltas, para ese entonces, ya tenía más de 28 caídas, algunos moretones y las rodillas un poco raspadas.

El camino de montaña, me dio mareos, dolores de panza infinitos y unos golpes que mejor ni recuerdo, pero también, me hizo conocer una Tortuga, que iba despacio hacia su hogar, un Erizo que al principio me tuvo mucho miedo y luego me dejó tocarle su nariz y un Sapito que me acompañó todo el camino, también me enamoré de muchos paisajes a medida que iba caminando y encontré un árbol perfecto, las raíces eran fuertes, las ramas también y había un hueco entre dos ramas donde entraría perfectamente la casita que quería construir.

Me enamoré de cada pedacito de esa montaña y entendí porque la princesa la había elegido para construir su castillo.

Llegue al bosque, estaba cansado, la ropa que tenía estaba sucia, las rodillas dolían mucho y los raspones ya eran heridas infectadas, estaba en “la puerta” del bosque, era oscuridad absoluta, mire el mapa y decía “No tengas miedo, la oscuridad a veces asusta, pero tu sigue adelante, no te distraigas y camina recto.” Agarre la linterna de la mochila y me adentre a la más profunda oscuridad, estaba con el Sapito, el me miraba con sus ojos grandes y saltaba en cada paso que yo daba, su mirada me recordaba a alguien, pero no me daba cuenta a quién…

La entrada del bosque, era oscura, tan oscura que no sabías dónde pisar, tanto que parecía que había un cartel en la puerta que decía “Entras bajo tu propio riesgo cariño”. Me reí, porque amo tomar riesgos y parecía que ese bosque me incitaba a adentrarme en él y sumergirme en su oscuridad.

Mire al Sapito y le dije “vamos, queda poco.” Y caminamos hacia el interior, mientras más entrábamos la oscuridad se apoderaba de todo, a veces me daba miedo perderme, pero miraba el cielo y había una estrella que constantemente estaba ahí, se había hecho de noche y esa estrella parecía mi guía.

Cuando estaba exactamente a mitad de camino, había luces de colores colgadas en los árboles, el bosque no daba miedo, la oscuridad que había al comienzo era cálida, no fría, no asustaba, daba ganas de entenderla y a medida que iba caminando notaba cómo me sentía seguro en él, y era raro, porque desde que entre en el bosque, incluso en la más profunda oscuridad, el Sapito siempre camino al lado mío y cuando me cansaba de caminar me saltaba arriba de la cabeza y se dormía entre mi cabello, descansamos 3 veces en el camino y nos acurrucamos a ver las estrellas mientras la noche transcurría, a medida que íbamos caminando el bosque se iluminaba más, sus árboles eran hermosos, había flores de todos los colores, existían flores que desconozco hasta de nombre, incluso habían animales extintos que daban ganas de sentarse horas a jugar, pero la princesa me esperaba y yo estaba ansioso por llegar.

S- ¿Por qué tienes tantas ganas de llegar al castillo?

O- Porque la princesa lo vale, ¿No viste su sonrisa?

S- No la conoces, sólo la has leído, viste fotos de ella, te eligió sólo para probarte a ver si llegabas o no y estoy seguro que no cree que llegarás.

O- Entonces debo demostrarle que puedo llegar, vamos, sigue saltando, debemos llegar.

Podía ver el muro del castillo, era más grande de lo que pensé, más alto y era imposible de escalar, el bosque era precioso, pero yo quería conocer a la princesa, y el bosque era el canal pero no el destino.

Salí del bosque, llegué al muro y lo recorrí todo para ver dónde estaba la puerta, ¡no había puerta! ¿Cómo entraba y salía la gente de ese lugar? ¿Cómo salía la princesa a recorrer la ciudad? ¿Por qué carajos no había puertas?

Mire al Sapito extrañado, me apoyé en el pasto, y el Sapo saltó arriba de mi panza, se acurruco en ella y suspiró.

S- Sabía que te rendirías.

O- ¿Quién te dijo que me rendí? Los ogros no nos rendimos, sólo buscamos la manera más inteligente de llegar dónde queremos, porque al ser feos, debemos ser inteligentes.

S- No eres feo, ante mis ojos, eres hermoso, y si no te rendiste, ¿Qué hacemos acostados así?

O- Sapito, ¿No te enseñaron que hay que disfrutar del camino, no solo del destino? A veces, no somos el destino, pero sí el camino, hay que disfrutarlo, de la compañía, del paisaje, de lo que tenemos.

El Sapito se asombró y saltó de mi panza al suelo, luego a mi mochila y saco el mapa, lo miré con alegría, había olvidado que estaba el mapa, lo abrimos y lo pusimos en el pasto, marcamos dónde estábamos y buscamos si había alguna pista en el mapa, lo único que decía es que había un cuaderno y una lapicera en el centro del muro, colgada de un árbol y que la puerta era lo que uno siente.

¿Lo que uno siente? ¿Cómo que lo que uno siente? ¡Siento frustración! ¡Eso es! Lo que siento es la puerta, ya entendí…

Agarre el cuaderno, lo guardé en mi mochila, saque la lapicera que colgaba del árbol, y dibujé un corazón en él, luego agarré el aerosol que siempre llevo conmigo y escribí sobre el muro lo siguiente:

No existen palabras para explicar lo que trasmites con tus escritos, no se inventó una poesía que pueda hacer justicia a tu belleza, no hay canción que describa lo que siento, ni música que de tanta paz como el sonido de tu risa, decirte que te amo sin haberte tocado nunca, suena ilógico, pero sé que me entiendes de las locuras, escalaria mil montañas y recorrería todos los bosques del mundo, iría al fondo del océano y nadaría hacia ti todas las veces que haga falta, porque tenerte a ti, lo vale todo.

Guarde el aerosol, me aleje un poco para ver cómo quedó, y el Sapito me saltó al hombro.

S- ¿Cómo te diste cuenta que tenías que decir lo que sentías? ¿Cómo sabes que eso hará que encuentres una puerta? ¿No crees que es muy estúpido escribir las paredes de un castillo? La princesa se enojara.

O- Puede ser, pero decía que había que hacer lo que uno siente, y yo no soy de las que escriben cartas, yo escribo muros, para que así me recuerde y sepa que mi corazón, está en su mano.

Mire si aparecía una puerta y nada… El Sapito me miraba y en silencio me decía “Te lo dije” lo miré y le dije, “Confía”.

Me di vuelta y en el árbol había una llave que no había visto antes, pero no había cerraduras para abrir y recordé que la princesa cree en la magia y que ama dibujar, así que agarre la lapicera y el cuaderno y dibuje una puerta con una cerradura y pegue la hoja en el muro.

Cerré los ojos y le rogué a la vida que funcione, los abrí despacio y ahí estaba, ¡Había una puerta! Agarre el cuaderno, el Sapito saltó a mi hombro y caminamos hacia el castillo.

La princesa estaba viendo el cielo, acostada en el parque, de pronto el Sapito desapareció, llegué hasta la princesa y me recosté a su lado, la princesa tenía los ojos cerrados, cuando me acosté los abrió, pero no se asombró de mi llegada, cuando me vio a los ojos, lo entendí todo…

Los ojos del Sapito, me recordaban a ella, el Erizo, la tortuga, todos tenían algo de ella, los rumores en el pueblo decían que ella era mágica, que podía hacer cosas que nadie más, y entonces recordé, cuando encontré a la tortuga, me sentía perdido y no entendía el mapa, ella entre charla y charla me guio hacia el camino correcto, el Erizo me mostró la ternura que puede esconder alguien que parece que sólo puede herir y el Sapito no me dejó solo ni siquiera en la mismísima oscuridad.

La princesa no sólo es mi destino, también fue el camino, ella me probó constantemente y me impulsó a superarme y superar mis miedos, sin dejarme solo ni un segundo.

Y si aún no entendieron, la montaña, el mapa, el bosque, la oscuridad, así de complicado es llegar a ella y vale todos los esfuerzos.

Ella se proclama tristeza, y alrededor de ella siente que todo es oscuridad, pero ella, siempre fue el faro, la luz, la profundidad del océano y su sonrisa cura todas las heridas, ella deja huellas por dónde sea que camine, ella es tatuaje, es Aeternum, es infinita, es utopía, es vida, alegría, amor.

Dan ganas de darle todo el amor que merece, escribirle millones de cartas, tatuarse el universo entero en la piel para que ella juegue a encontrar estrellas en tú cuerpo, llevarla a recorrer el mundo y acariciarle el cabello todas las noches.

Tenerla es tocar el cielo con las manos, sea de la forma que sea, tenerla es tenerlo todo en una enana con los ojos más grandes y más bonitos que vi, su sonrisa lleva galaxias, y conocerla, es lo más bonito que te puede suceder.

Te ama, el Ogro de tu cuento.

 

Excelente día,
Iván Hernández.

“AMOR AUSENTE”

Hoy me he levantado de nuevo,
de nuevo con mi presencia,
y el dolor de tu ausencia.

Hoy de nuevo abro las ventanas,
sintiendo perder el olor de tu piel,
miro al cielo y recuerdo tu mirada,
veo afuera y me veo a mi recorriendo
las calles tan llenas de nosotros
las sonrisas al medio del camino,
los besos de imprevisto,
las lágrimas en medio del metro,
tus manos entrelazadas tan fuerte
que nunca pensé que se fueran a soltar.

Hacen falta vemos en cámara lenta
para saber con certeza
lo felices que éramos,
lo tanto que nos amamos
como negarnos no extrañarnos.

Mirar los libros de poesía
y no tenerte para recitar
o escribirte un buen poema
que haga temblar
esto que guardo en mi pecho
que es este amor incondicional,
esta luminaria de emociones
que siento cuando te tengo cerca.

No sé que más hacer
si acostarme a dormir
o recordarte toda una eternidad,
o hasta que se acabe este encierro
que tanto daño nos ha hecho.

Porque uno de mis mayores defectos,
es recordarte con fuerza
y llorar tu ausencia,
son cosas que hago bien,
además de amarte, también con fuerza.

Tú sabes que tanto llego a ser,
tan intenso con eso de extrañarte
aunque siempre fui un hombre de soledad,
tu has sido ese sueño
que uno no quiere dejar de visitar.

Creo que estoy delirando,
creo que me desmoronó
al no tenerte cerca.

Ojalá hubieran excusas
para los amores que están lejos,
poder verte aunque sea unos segundos
para recargar nuestro corazones con más amor,
y darles un empujón mas de esperanza,
eso es un respiro de vida,
regresar a ti,
volverte a abrazar,
hablarte con besos
y que me muerdas
para notar lo que duele extraños.

 

Excelente día,
Iván Hernández.

“SINVERGÜENZA”

Soy un sinvergüenza, porque estoy aprendiendo más de lo que me das en esta vida, la vida siempre me ha entregado todo a cuenta gotas, siempre me ha sido entregado todo en partes, o de manera temporal, o los pedazos que nadie quiere, siempre me ha dado sobras, como una limosna, como un favor magnánimo.

Y eso me emocionaba, me alegraba porque crecí creyendo que eso era amor, eso era la recompensa de la vida después de habernos arrastrado por los lugares más nauseabundos, después de que la vida te agarró a golpes tan fuerte que te tumbó unos cuantos años y aún estando en el suelo te siguió pateando, por eso aceptaba esas limosnas que se volvieron oro en mi vida.

Mendigaba amor, mendigaba tiempo, mendigaba atención, mendigaba una mano tendida, jamás se me dio, jamás estuvo, jamás hubo, jamás nadie voltio a verme.

Y después de tantos años de un sufrimiento ficticio creado por mi mente, me estás mostrando que no es cierto que haya sido la vida, el desgraciado fui yo, has logrado despertar una comprensión de liberación de consciencia tan alto, que estaré dejando de desear, de pedir, de buscar, de necesitar, me estás soltando de la vida misma, y lo estoy aceptando.

Estoy aceptando el amor más grande que debió haber existido en mi vida, el amor propio, el amor puro que yo soy en realidad, me has abierto los ojos de la manera más hermosa posible, y mi aceptación para saber que mi tiempo está cercano es lo más hermoso que podré tener, porque estuvieron los que debieron conmigo en el momento justo, el tiempo exacto, estoy amando este momento de paz tan grande como el mismo universo.

Soy un sinvergüenza porque me he vuelto amor antes de tiempo, y lo estoy aceptando con el amor que me resta.

Hermosa vida les desea su amigo,

Iván Hernández.

“CUENTO ALTERNO”

Cuento alterno

          Érase una vez en una noche de primavera, él esperaba el metro en dirección oriente a mediados de sus treinta, relativamente estable profesional y económicamente, emocionalmente un mundo de cabeza, con la soledad notoria en la frente.

Ella esperaba el tren en dirección poniente, de la mano de su novio, feliz, orgullosa, de un nivel económico bajo, con hijo en brazos, un marido bebedor pero que cumplía con lo más básico que una mujer necesita, más no lo que deseaba.

Bastaron segundos para darse cuenta que ella era lo que el siempre busco, y ella lo que siempre deseo, dejando de lado el marido, el hijo en brazos, las ropas, la mirada triste y perdida, la intensa soledad, estúpido cupido lanzo una flecha de un amor pasajero, inspiro a la estrella fugaz burlándose de ellos “los fugaces serán ustedes, el deseo más profundo de sus corazones ahora expuesto, jamás se habrán de encontrar y la luna seguirá siendo testigo de todas esas noches donde imploraban este momento…”

Ella y él visualizaron una vida ante sus ojos, el amor más profundo y hermoso que jamás hallasen imaginado, y solo basto un pequeño instante para conocer el amor, ahora ella puede morir en la cotidianidad de su vida y él podrá seguir una vida igualmente vacía llena de conocidos pero no de verdaderos amigos junto a unas noches que serán solamente de soledad.

Fin.

 

Excelente día,
Iván Hernández.

“CALMA”

Calma

Sí tienes miedo, teje macramé o elabora aplicaciones de telas.

Sí estas triste, dibuja un arcoíris.

Sí estas cansando, dibuja flores.

Sí necesitas recordar algo, dibuja laberintos.

Sí estas indignado, rompe el papel en pedazos pequeños.

Sí sientes que estas estancado y necesitas seguir adelante, dibuja espirales.

Sí concentrarte en una meta, dibuja cuadriculas y un blanco.

Sí necesitas restablecer las energías, dibuja paisajes.

Sí es importante recordar tu estado, dibuja manchas de colores.

Sí quieres entender tus sentimientos, dibuja un autorretrato.

Sí necesitas sistematizar tus pensamientos, dibuja celdas o cuadros.

Sí quieres entender tus deseos, haz un collage.

Sí estas tenso, dibuja patrones diferentes.

Sí estás enojado, dibuja líneas.

Sí estas decepcionado, haz una réplica de una pintura.

Para encontrar la solución óptima para una situación, dibuja olas y círculos.

Sí estás desesperado, dibuja caminos.

Sí necesitas entender algo, dibuja mándalas.

Sí sientes angustia, haz una muñeca de trapo.

Sí quieres concentrarte en tus pensamientos, dibuja usando puntos.

Sí te duele algo, esculpe.

Sí estas preocupado, práctica origami.

Sí estás aburrido, llena una hoja de papel con colores diferentes.

 

Excelente día,
Iván Hernández.

“SE SIENTE BIEN”

SE SIENTE BIEN

Se siente bien, cuando me va bien en algo que hago y no hay nadie que me felicite,
se siente bien, cuando llego a casa y no hay nadie que me reciba, salvo mi soledad,
se siente bien, cuando no tengo que enviarle un mensaje de buenos días, tardes o noches a nadie,
se siente bien, cuando simplemente sales al cine a las once de la noche, sin pedir opiniones ajenas,
se siente bien, cuando no tienes que usar caretas o barreras, para caer bien a alguien,
se siente bien, cuando no esperas un mensaje o una llamada de nadie,
se siente bien, cuando has soltado la vida entera y has dejado fluir la energía del universo,
se siente bien, cuando ese silencio, dejo de ser incomodo, y se volvió un grandioso amor propio,
se siente bien la vida así, simple, dejándola ser, dejándola fluir, y dejando que nos sorprenda.

 

Excelente día,
Iván Hernández.

“SOMOS SUEÑOS”

SOMOS SUEÑOS

            Pequeñas fisuras en el tiempo, pequeños recuerdos atesorados, somos el abrir y cerrar de ojos en una persona de un mundo lejano, somos átomos flotando en el espacio flotando a la deriva deseando de ser encontrados, dejamos de existir cuando nos dejan de pensar, por eso dicen que cuando mueres comienza una etapa donde la liberación de ese ser a veces tarda días, a veces tarda años, algunos no tendremos ese problema, nos dejaran de pensar rápido, las personas seguirán sus vidas como siempre, como si nada, porque solo fuimos un sueño, como esos que solo recuerdas un par de segundos y lo demás no importa.

Alguna vez en mi vida escuche a alguien decir que soñar era tonto, por eso nadie los recuerda cuando despierta, otra persona me dijo que simplemente es un espejismo del inconsciente de lo que vivimos durante el día, por otro lado leí que es una idea que deseamos fuese realidad un deseo del cual somos conscientes que no sucederá jamás.

En los sueños amamos, reímos, lloramos, caemos y nos levantamos de manera justa como el drama perfecto digno de una gran novela escrita por alguien en alguna parte del tiempo que jamás leeremos, seremos los pocos segundos de un recuerdo vago y confuso.

¿Qué es la vida sin sueños?, ¿Qué es un sueño sin vida? Somos una paradoja del tiempo, un error en el espacio, tal vez una singularidad tal vez bella, tal vez errónea, yo no quisiera morir sin ser el sueño de alguien, sin ser la sonrisa de alguien al despertar, si alguna vez sucede, espero haya valido la pena llamar el alma de alguien a vivir en la lucidez de la mente de alguien más, en otras vidas, los sueños eran la poseía inspiradora de las personas, la esperanza ante las vicisitudes de la vida cotidiana de las personas.

Por lo tanto, soñar o no soñar, significará un recuerdo más o un recuerdo menos en tu vida, solo cierra los ojos y pide con el alma lo que más deseas, tal vez esta noche lo sueñes.

Excelente día amigos,
Iván Hernández.

“UNA HISTORIA DE AMOR CUALQUIERA”

UNA HISTORIA DE AMOR CUALQUIERA

            Érase una vez un hombre común y corriente que vivía en una ciudad atestada de gente, no era único, no era inteligente, es más ni siquiera tenía estudios, era alguien que conseguía lo suficiente para llevar la comida necesaria a la mesa para su esposa e hija, por azares del destino él está preso y lleva la cuenta de los días restantes para ver a sus amores.

Ella a pesar de no tener nada de lo que soñaba de niña, tiene un castillo que es un techo simple en un complejo habitacional sencillo en un barrio algo tranquilo, tiene una princesa por hija, y un rey que la cuida y la protege de cada peligro, a pesar de que no tengan el reino más bonito del mundo, ella en su cuento, en su vida existe algo llamado amor, aún existe esa magia de esperar a su amado a que salga de prisión.

Días antes sostiene una conversación telefónica con su esposa, ambos emocionados, solo 5 días más y volverán a estar juntos, él completamente reformado, ella llena de alegría por verlo después de 10 años, platicando tal cual fuesen novios de secundaria, se despidieron como tales, palabras llenas de amor, de cariño.

Él esa misma noche no pudo dormir, tuvo algunas pesadillas, algunas demasiado extrañas, mas tal vez por todo ese mar de emociones por su próxima salida, casi al amanecer, ya no pudo dormir, al paso de unos minutos uno de los guardias se para fuera de su celda, llamándolo, él sale y acompaña al guardia, llevándolo con el presidente de la cárcel, quien le pide se siente, el presidente le recalca lo que sucede, dándole dos noticias nuevas: “Por tu buen comportamiento hoy por la tarde saldrás libre, un detalle que debo de comunicarte y no creo que sea la mejor forma de comunicártelo, llego un mensaje de un hospital local, avisando el fallecimiento de tu esposa e hija en un incidente carretero.”

En ese preciso momento todo se derrumbó, todo se volvió negro nuevamente, no hay más por que luchar, no hay más alegría en su rostro maltratado por el tiempo, por tanto encierro, por tantas ganas de querer sostener a su amada en sus brazos jamás sucederá, se volvió un ser vació.

Esto es el significado de aquella frase que dice: “Hay personas que son el viaje, no el destino.

 

Excelente día,
Iván.